domingo, 25 de mayo de 2008

Mira que linda la nena!

Releo el post de la boluda total y me imagino al ser mas angelical y solidario de la ciudad, a la buenita de la familia que se casa virgen y solo sabe decir “si querido”. Como la figura es lo más antagónico a mí, me propuse citar aquellas cuestiones en las que no soy una boluda,ni buena, ni angelical ni solidaria, más bien parecida a un monstruo de 7 cabezas:
*No me gusta ceder el asiento del colectivo: Entiendo que para algunas personas es vitalmente necesario sentarse en los viajes largos del transporte público, lo que me molesta son las viejas con cara de mártir que te miran y te intimidan para que te pares y les des el asiento. Yo pongo cara de odio y me levanto haciéndome la Samaritana obligada.
*Casi adjunto al caso anterior, me molestan las embarazadas o mamas de nenes chiquitos que se sienten con licencia para cualquier cosa, como por ejemplo: pasar con sus enormes carritos un viernes a la tarde por plena calle céntrica, tomarse media hora para cruzar la calle, enseñarles a sus infantes a dar sus primeros pasitos, justo cuando uno va pasando y tiene cinco minutos para llegar a treinta lugares, me enerva que pasen antes en las filas aunque estén de dos meses y, como dije antes, sacarte el asiento del colectivo que yo, con toda mi salud, cargo con mi abrigo, un bolso enorme, libros, una bolsa, las monedas y el celular en la mano y luchando con mi taco aguja tengo que levantarme.
*Odio la impuntualidad: dado a que yo llego a todos lados a la hora justa, incluso diez minutos antes, que alguien se demore lo tomo como una falta de respeto, un agravio hacia mi y hacia mi tiempo, que aunque este todo el día mirando tele, es MI tiempo y yo hago lo que se me canta con él, por ende, es valioso!
*No puedo estudiar ni hacer nada productivo si tengo la casa desordenada: O sea que hasta que decido limpiar se me pasa la fecha de examen y termino estudiando la noche antes entre una pila de ropa y papeles porque al final no hice ni una cosa ni la otra.
*Me nace la envidia y me pongo mal si alguien consigue aquello que yo quería, jamás con bronca hacia la persona en cuestión, sino hacia mi misma por no haberlo logrado, aunque se trate de algo que quizá no deseaba tanto, pero es así. Lo deseo cuando alguien lo tiene antes.
*Soy un monstruo premenstrual: Bueno, este ítem seguro lo comparto con varias mujeres. 5 días antes del hecho hormonal en cuestión paso por veinte estados de ánimo en un día y lloro por cualquier programa berreta de TV, cuando discuto con mis amigas o cuando escucho música triste.
*Nunca me arreglo si no es para salir: Cualquier persona que me visitara sin previo aviso se encontrará con el clon de depredador en persona, vestida de joggins rotosos, remera de promociones varias, ojeras y el pelo enmarañado. Solo vuelvo a ser yo cuando tengo que atravesar la puerta por alguna razón aparente en la que previamente me someto a un ritual de belleza.

viernes, 16 de mayo de 2008


Hace meses que vengo pidiendo, reclamando y solicitando de mil maneras en mis discursos amorosos un hombre “que sepa bien lo que quiere” y ahora…yo se realmente lo que quiero?
Por lo pronto me doy cuenta que me tratas como amante de ocasión, como una de las que tenes en la memoria de tu celular, como "masvaleconocido"..., yo quiero que me abraces y duermas conmigo después de…Pero lo que no quiero es que me hables de amor…hablame de sexo, de fantasías, del clima, de gustos de helado, de política, de lo que quieras! Pero nunca mas me digas “te quiero”, no me vuelvas a repetir nada relacionado a algún tipo de sentimiento con alguna otra señorita, ni siquiera conmigo para serte franca, porque me parte el alma que sea tan de mentirita…yo quería que vos seas mi amor de lunes, pero si no estás convencido con toda el alma prefiero que me sigas eligiendo para desordenar sábanas, en realidad que me sigas incluyendo. No me digas mi amor, ni princesa, ni bonita, por el amor de Dios no te atrevas a decirme que me extrañas…no me agarres la manito, cambia esa radio de temas románticos...no, no quiero chocolate y no tenemos nada en común. Entendiste? Prefiero que seas un desconocido antes que me vengas a hacer la novelita…
Y esto va para vos…Señor que estoy estrenando, ¡No quiero jugar a la novia! No quiero que paseemos al perro, ni conocer a tus amigos, ni decirte absolutamente nada de mi vida, mí instinto de Dolores de casa y de mujercita fiel se lo llevó el señor de mas arriba. A vos quiero verte en zapatillas, con el pelo revuelto, sin maquillaje ni adornos y solo un ratito para no perder la costumbre pero por favor no me toques el pelo dulcemente, ni me hagas chistes para condescender…me molesta que llegues tan desesperadamente puntual. Detesto que se encienda la lucecita azul y que tenga tu nombre mi identificador de llamadas solo porque si, porque no voy a atender y menos tus mensajes de “que estas haciendo”. No me quieras ver después del trabajo, ni me hables de tus penas amorosas… y a mi que me importa que el otro no me quiere bien. Que sea la última vez que abrazas y miramos la luna. No te asustes si me ves llorar, son cosas que pasan... Faltame el respeto, decime que estoy linda, no me pidas permiso para un beso ¿Dónde aprendiste eso? No quiero tu manito en mi rodilla por 87 horas y mucho menos un besito en cada semáforo…la ropa nació para ser arrancada! y si no podés cumplir con mi pedido…dejame solita con mi locura…y con el portaligas puesto.

sábado, 3 de mayo de 2008

Martin-Pescador!


Te invito a jugar conmigo… ¿Dale que somos amigos?
Adivina bajo que piel me refugie anoche. Y utilizo bien el término refugio porque vos estás allá con otro ser entre tus brazos y yo acá, con un señor sin nombre, jugando a la pasional. Saqué la conclusión de que si te seguís apareciendo (aunque sea por un segundo) en mi memoria, en realidad no ESTOY con el señor sin nombre, ni soy realmente una autómata, ni siquiera estoy conmigo misma, porque estoy allá! Con vos y no conmigo y entonces cada centímetro de mi empieza a responderte.
Y la oscuridad de mi noche se atenúa con una lucecita azul que me avisa que queres que duerma bien y que me cuide… y ahí es donde dejo de jugar. Porque me imagino decenas de lucecitas azules, para decenas de señoritas sin nombre, en otras latitudes.
Tu magia me llevó, hipnótica, una, dos y mil veces a tu derecha…yo sólo avanzo los casilleros que me indican los dados y te encuentro. Que buen equipo que somos! Conocemos por entero las reglas, justamente para romperlas después.
¿De qué lado estás? Sos mi amor y seguimos rifando los días, sos mi amigo que se mira y no se toca? “Pasará, pasará, pero la última quedará” La respuesta asoma, inevitable desde todos lados: ya no quiero que seas mi amor, solo quiero que seas…
Odio que me toque la prenda! Tengo un turno para ver cuantas lucecitas azules te llegan a vos y me doy cuenta de que no sólo conmigo haces un buen equipo, es más, sos tan buen jugador!
“juguemos en el bosque mientras el lobo no está” Dale mi vida, sigamos jugando que total ni te extraño, tus besos no me queman cuando no estas! Te doy otra noche, total me arrepiento!
Juguemos a que somos nuestros por dos horas… te parece divertido?
Y ese señor sin nombre, tan exageradamente desconocido, que intenta pero no sabe jugar, y vos, que a mi lado haces alquimia con tus besos…lastima que con vos no puedo jugar, no cuando se trata de vos, cuando sos tanta realidad junta! Y yo, que me creía la mejor jugadora, cada vez caigo mas en que ya no puedo hacer de esta historia una estrategia.